INVITADOS ESPECIALES
2015
Rodrigo García Barcha
Director de Cine Colombiano. Antes de dedicarse a la fotografía, Rodrigo García estudió Historia Medieval en Harvard y luego estudió en el American Film Institute. A partir del año 2000, empezó a hacer cine, sus primeras películas fueron: Cosas que diría con sólo mirarla (2000), Premio de un Certain Regard en Cannes y Diez pequeñas historias de amor (2001). La tercera cinta como director fue Nueve Vidas. Protagonizada por Holly Hunter, Glenn Close, Sissy Spacek y Elpidia Carrillo.
Rodrigo García forma parte del proyecto de los Tres amigos: Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Carlos Cuaron para realizar una de las cintas en las que todos estos talentosos cineastas participarán de manera conjunta. La primera película en la lista es Rudo y Cursi, dirigida por Alfonso Cuarón, hermano de Carlos, y protagonizada por Diego Luna y Gael García.
Raymond Depardon
Kim Ki-Duk
Kim Ki-duk (en hangul 김기덕, romanización revisada del coreano: Gim Gideok; Boghwa, 20 de diciembre de 1960-Riga, 11 de diciembre de 2020) fue un director de cine surcoreano y uno de los más conocidos representantes de la vanguardia cinematográfica de su país. Proveniente de una familia de clase obrera y sin haber recibido formación técnica como cineasta, Kim comenzó su carrera como guionista y director a los 33 años de edad.
Fue autor de una docena de obras que en algunos casos tenían un abordaje altamente experimentales. Es distintivo el ritmo pausado de su cine, así como el fuerte contenido visual muchas veces cruento, el parsimonioso uso del diálogo y el énfasis en elementos criminales o inadaptados a la sociedad. Esto último refleja la posición de Kim dentro de la sociedad surcoreana en general y el ámbito fílmico en particular.
Pablo Trapero
Director, guionista, productor y montajista, Pablo Trapero (San Justo, Buenos Aires, 1971) es uno de los nombres fundamentales en la reinvención del cine argentino y latinoamericano de las últimas décadas. El estreno en 1999 de su primer largometraje, Mundo grúa, significó –junto con Pizza, birra, faso de Bruno Stagnaro y Adrián Caetano– uno de los hitos fundacionales de lo que desde entonces se conoció Nuevo Cine argentino: un movimiento estético y generacional que creyó en el cine de bajo presupuesto, el arraigo social de las historias y personajes y el realismo delo cotidiano.
El tributo que el FICCI 55 le rinde al director y productor argentino, reconoce no solo el enorme interés y la probada coherencia de sus películas, sino su esfuerzo por crear las condiciones para que el cine sea posible. Celebra su visión integral dentro de una industria competitiva y exigente y su doble solidaridad: la de un cineasta siempre atento a la deriva de sus personajes, casi siempre excluidos del orden social y en una lucha permanente por la supervivencia, lo que no les impide defenderse con las armas del humor, el escepticismo o la ironía. Y la de un productor que se compromete con el cine de los otros, como si fuera propio.
Darren Aronofsky
Iconoclasta y contrabandista a la vez, Darren Aronofsky es un caso singular en el cine norteamericano de los últimos años. Si se mira su trayectoria, desde Pi, el orden del caos(1998)hasta Noé (2014). En cada proyecto de este director norteamericano de origen judío, se puede rastrear la constancia de unos temas y la persistencia de unas obsesiones, que se alejan de las modas pasajeras y del cinismo reinante en la cultura del espectáculo.
El director expresa su visión del mundo a través de personajes movidos por una idea fija,y que saben que no pueden renunciar a su destino. Como a los grandes iconoclastas, las dificultades no le han sido ajenas. Tras el éxito de Réquiem por un sueño, su siguiente película, La fuente de la vida, se estrenó seis años después, luego de problemas con el estudio y el retiro de sus actores protagonistas. Pero como los grandes contrabandistas ha sabido aprovechar los huecos y desatenciones del sistema para salirse con la suya y conformar una obra que es prueba de coherencia en un medio inestable y competitivo donde, como en el ballet, solo los mejores sobreviven.
Michael Fitzgerald
Hijo del poeta Robert Fitzgerald, nació en Nueva York en el seno de una familia dedicada a las letras donde recibió una gran herencia literaria por parte de su padre, destacado traductor del griego, que influiría posteriormente en su carrera.
Luego de su graduación en Harvard, estudió guión en Roma y escribió el guión de Wise Blood basado en la novela homónima del autor norteamericano Flannery O’Connor; el famoso director John Huston se comprometió a filmarla si Fitzgerald conseguía el dinero, lo que efectivamente hizo en 1979. Esta fue la primera película que harían juntos para repetir nuevamente con Bajo el volcán (1984) nominada al Óscar por la actuación de Albert Finney.
Desde entonces, Fitzgerald se ha posicionado como uno de los productores independientes contemporáneos más audaces apostándole a directores con historias no convencionales como las de Bertrand Tavernier, Nae Caranfil o Sean Penn, quien dirigió The Pledge, una historia en la que el protagonista y el antagonista nunca se encuentran y que le valió la nominación a la Palma de Oro como Mejor Director en el Festival de Cine de Cannes en 2001.
Otras producciones incluyen Los tres entierros de Melquiades Estrada (2005) y el documental Eco de la montaña (2014).