Esta es la historia de Valentina, una niña que debe vivir el dolor de perder a su padre por un accidente, en su pequeña mente no logra asimilar lo sucedido y se ve sorprendida por los rituales funerarios en su hogar, en el patio se encuentra el cadáver de quien dicen ser su padre. Los primeros momentos son de desconcierto donde su único refugio real es la amistad de Pedrito. La negación a la muerte de su padre la hace mantener una conexión con su espíritu. El hecho que su padre le hable en sueños en el idioma mixteco, es un reflejo del pensamiento indígena de que los espíritus de los ancestros hablan el idioma materno, esto hace que Valentina se vea obligada a aprender la lengua para comunicarse con el espíritu de su padre. Al ser incomprendida y confrontada a la realidad de que su padre no volverá de la muerte, esto expone un sentimiento de culpa en la niña, su duelo se torna ahora no sólo oscuro sino abrumador, en más de una oportunidad su vida corrió peligro al ser ahogada en el río. El duelo no gestionado en ella la lleva a una depresión tan profunda al punto de querer morir. La relación con su madre y sus hermanos sostienen el hogar y finalmente encuentran un aliciente para Valentina al hacer parte de rituales para regresar su espíritu alegre y asimilar que la muerte de su padre no es la de ella.

Leiqui Uriana