Sujo (Kevin Aguilar), un niño de cuatro años, queda huérfano cuando su padre, un sicario es brutalmente asesinado. Sujo queda al cuidado de su tía, quien se impone como misión protegerlo de los narcotraficantes y se lo lleva a vivir con ella en una casa aislada en la montaña. Allí están a salvo durante unos años, pero cuando Sujo, ahora adolescente (Juan Jesús Varela) se da cuenta de que los tentáculos de los cárteles son casi ineludibles, se ve obligado a migrar a la capital para comenzar una nueva vida. Cuando se instala en la Ciudad de México, todo parece empezar a ir bien: consigue un trabajo, asiste a algunas clases y comienza una amistad con una profesora universitaria. Hasta que un día aparece un viejo amigo aún ligado a las pandillas de su pueblo pidiendo su ayuda. Sujo, escrita y dirigida por Astrid Rondero y Fernanda Valadez (Sin señas particulares) trae un soplo de aire fresco a temas ampliamente abordados en el cine y los medios: el brutal ciclo de violencia transmitido de generación en generación, una herencia fatal de la que es difícil deshacerse. Pero Rondero y Valadez eligen contar una historia diferente, una historia más humanista y esperanzadora de caminos alternativos, no siempre fáciles, no siempre claros, pero aunque nadie crea en ellos, alguna vez posibles.

Hebe Tabachnik