Olfa Hamrouni ha perdido a dos de sus cuatro hijas por causa de las acciones de un grupo fundamentalista de medio oriente. Sus otras dos hijas huyeron con ella de este territorio y a través de un diálogo que mezcla realidad y ficción, cuentan y reviven su experiencia, utilizando actrices para representar el rol de las hijas desaparecidas. Así, revelan en carne, el problema histórico que ha subyugado a las mujeres de su territorio, valiéndose de los artificios del cine para expresar y reconstruir realidades. Kaouther Ben Hania, su directora, expone una reflexión que no sólo compromete las conductas de una sociedad represiva en contra de la mujer, sino que, al mejor estilo de Kiarostami, reflexiona además sobre el cine y el tratamiento que da a estas problemáticas. La estructura de este filme ambiciosa, fascinante y entretenida en consonancia con un discurso denunciante y crítico, le confieren un mérito enorme muy consecuente con las nominaciones y premios que ha obtenido en grandes festivales. Es una muestra narrativa que abraza una ética especial sobre la representación real y friccionada del dolor que logra una naturalidad que hace invisible la transición entre dos formas de contar hechos en el cine.

Laura Morales