Ganadora del Tiger Award en Rotterdam IFF, la ópera prima de Tanaka Toshihiko es un impecable retrato de lo que podría llamar el alma japonesa a la japonesa, a partir de la paciente y minuciosa interacción entre todos los personajes hasta llevarlos hasta el límite de sí y soltarlos en ese punto; un «love story» concentrado en dos amantes: Hakiri y Masato, con pasiones ambientadas entre el Tokio de nuestros días y el Japón rural.

Tal como películas de Hirokazu Koreeda o Lee Chang Dong, Rei está estructurada a través de la dinámica tradicional oriental de los 5 reinos mutantes (los 5 elementos, los 5 sabores, las 5 notas de la escala pentatónica), semejante a nuestro «piedra, papel y tijera». Es así como Rei no solo se permite construir cada elemento (personaje e historia) en su singularidad y en tanto acaricia, ama y colisiona con y ante los demás, sino que también adecua y entrama el espacio en el espectador para habitar cada uno de los estados de ánimo o sabores (Ácido: conectado al hígado / vesícula biliar. Amargo: corazón / intestino delgado. Dulce: bazo páncreas / estómago. Picante: pulmón / intestino grueso. Salado: riñones / vejiga) en los 180 minutos que dura el film, inaugurado con un vehemente, acolchado, sugestivo y laborioso paisaje de invierno. La nieve nos toca.

Gabriel Santiago