FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE
DE CARTAGENA DE INDIAS CARTAGENA, COLOMBIA

Una pareja de adultos mayores comparte su rutina entre la obsesión de él por terminar de escribir un libro sobre el cine y los sueños, y el Alzheimer que ella parece sufrir. A medida que los episodios de ella se vuelven más intensos y peligrosos, el apoyo de su único hijo, sobrepasado por su propia lucha con sus adicciones, parece no ser suficiente. La vida de ambos ancianos está regida por la rutina de los pequeños actos cotidianos y el sin fin de medicinas que deben tomar a diario. Y en medio, y a pesar de todo, la ternura y el amor. Sí, es la reseña correcta. Se trata de una película excepcionalmente humana, sensible y cercana de Gaspar Noé. Un retrato íntimo y reflexivo, sensible, emocional y conmovedor hasta el estremecimiento sobre esa etapa en que la vida se apaga sin remedio y el corazón se empeña en seguir viviendo y haciendo latir un cuerpo que ya no es, porque no recuerda. Lo experimental de la cámara y la edición, sumada a la genialidad de los dos actores protagónicos hacen el resto para que Vortex, con su aparentemente calmado torbellino de emociones, atraviese al espectador para anclarse en uno para siempre. La vida es un sueño lleno de gente sin sueños, se repite el protagonista… Hay películas que traspasan el alma, y está Vortex.