Los 80 y los 90 han sido retratados en el cine español, qué duda cabe, desde una estética pop-musical, pero muy madrileña. Ahora es una Barcelona, una Barcelona de hoy, pero con un aire de nostalgia de esos años, el escenario de esta comedia de enredos en la que un grupo de chicas, lideradas por la neurosis de Zaida (directora y actriz protagónica), no se resignan a que los veinte años ya pasaron. Empeñadas en “no crecer” el sexo, las drogas, los bares, la música -la música siempre, la música de Cristina Rosenvinge sobre todo- y el cine – el cine siempre, el cine de Éric Rohmer, sobre todo- pueblan sus noches y sus días. Joder tía, si sólo han pasado dos semanas, comentan las amigas de Zaida cuando, al regreso de un viaje, ella trata de resumir cómo saltó de la tusa por su ex, a “robarle” la chica a su mejor amiga, acostándose, un poco por despecho, con una cantante andrógina enamorada de esa chica con la que todas han estado, o quieren estar… Muy pop. Muy lésbica. Muy divertida. Muy musical. Mucho cine en este cine distinto, original, fresco y desenfadado.